martes, 15 de enero de 2013

TESTAMENTO

Muchas noches me despierto a las 5h de haber empezado a dormir, a veces recupero el sueño y otras no. En una de ellas y pensando en política pensé que me gustaría dejar a mi hija y quizá a alguien más, mi mejor herencia, mi verdadera genética: mis ideas.
Supongo que a lo largo del tiempo iré hablando con ella e iré transmitiéndoselas, pero quien sabe...
Pensé que debía hacer testamento y dejar aquí lo que yo añado a la evolución natural, lo que los humanos realmente trasmitimos, no los genes, sino las ideas y no solo a nuestros hijos sino a todos los que nos rodean o llegan a "disfrutarnos" con nuestras palabras o nuestros comportamientos.

Porqué creo que la herencia genética es irrelevante?

Quizá lo mejor sería un ejemplo: supongamos dos niños que son cambiados de madre en el hospital y que a los 5 años por ej., se descubre el error. Lo que la ley propone es una aberración extremadamente dolorosa: cada uno debería volver con su madre original. ¿Pero como le explicas a un niño de 5 años que su madre no es su madre sino otra señora que él no conoce? Está claro que vas a destrozar dos vidas al menos. Luego en función del integrismo de los padres y su apego a la "sangre" también destrozarás el resto de la familia.
Sigue habiendo mucha gente que anda buscando a la sangre de su sangre, lo puedo entender en los niños robados, pero aunque descubra que sus padres eran unos delincuentes, se va a quedar con eso, con que fueron unos delincuentes, porque el extraño que encuentre no va a ser jamás su padre, jamás va a volver a ser niño y jamás va a crecer ya con ellos. Su carga genética será siempre la de un extraño pero su verdadero ser se habrá conformado de acuerdo a sus padres adoptivos, los que la cuidaron, los que la educaron y tienen que ser muy, pero que muy malos para que un niño reniegue de sus padres. Para ese niño ya da igual si son o no adoptivos, van a ser su referencia en cualquier caso.

La especie humana ha evolucionado, como el resto de las especies, hasta el momento en que se le puede denominar inteligente, sea cuando fuere ese momento o si se produjo de forma gradual o brusca.
En el momento en que se considera a la especie inteligente, la evolución por selección natural, como la definió Darwin pasa a ser anecdótica. Esa evolución precisa de millones de años para que las mutaciones positivas se vayan acumulando y mejoren a sus individuos. En ese tipo de evolución claramente hay escasa transmisión cultural. Quizá algunas especies como las orcas tienen comportamiento cultural distinto en función de la zona, lo cual quiere decir que ya no dependen exclusivamente de la genética, pero a grandes rasgos los cachorros animales suelen venir enseñados. La información la transmite la genética y ahí los padres son determinantes y pasa a un segundo plano la "genética cultural". Lo llamaré así para diferenciarlo de la carga genética pura, del instinto.
El cachorro humano sin embargo viene prácticamente en  blanco y es la cultura y la familia quien lo completa, de ahí que en función de la zona donde nazca, elija el dios (curiosamente, a pesar de ser divino, va por países...) o la moral y la ética que le haga elegir en el futuro que caminos tomar.
Podemos decir que el ser humano como especie ha superado enfermedades como la apendicitis, pero en realidad si dejáramos a un humano "en blanco" abandonado, pasaría de nuevo a ser un primate si es que sobrevivía. En realidad quien ha superado esa enfermedad, quien se ha adaptado al medio superando esa dificultad, no es el individuo, es la cultura de la especie humana, la que es responsable de crear médicos y hospitales para evitar que un individuo muera aquejado de apendicitis.
En ese sentido, tomando la cultura como a un individuo, este individuo sigue evolucionando, pero ya no lo hace al ritmo de la evolución de Darwin, ya no necesita esperar miles de años para que la selección natural se quede solo con los individuos que no padecen apendicitis, ahora el cambio se opera en siglos, en décadas, en años. Cada vez se produce una evolución mayor en menos tiempo, la evolución ha acelerado, ya no es lineal.

El primer paso en la evolución y que aceleró la genética cultural fue el habla, el segundo fue la escritura, el tercero está siendo la revolución industrial que de momento nos ha llevado a la informática, pero supongo que en el futuro, esas ayudas externas se interiorizarán: empezaremos a llevar prótesis cada vez más complejas, a sustituir cada vez más partes de nuestro cuerpo e incluso a recibir "ampliaciones de memoria" o "coprocesadores" que nos hagan mejorar nuestras prestaciones. Espero que para cuando eso ocurra la cultura haya ya asimilado la adaptación al medio de la socialización que permita respetar a todos sus individuos, sin ella se fluctuará, en el mejor de los casos, entre totalitarismo=ley del más fuerte(selva) y revoluciones más o menos violentas, si es que no a una aniquilación. Si se mantiene el individualismo capitalista, el acceso a distintos extras convertirá a los individuos en clase alfa, beta, etc.
Siempre he pensado que el comunismo es una religión, bueno, no hay nada más parecido al cristianismo si nos guiamos solo del evangelio. Siempre lo he pensado porque solo funcionaría cuando todos los miembros están convencidos, cuando hayan recibido la fe en compartir, cuando sepan, quizá por experiencia histórica, que es el único camino, que la desigualdad siempre va a generar violencia.
Un ejemplo de la tradición popular (al menos de mi pueblo): es mejor que el pequeño de los hijos, que es el último en elegir lote, sea el que haga las partes en las que se divide una herencia. De esta manera es seguro que va a poner especial cuidado en que ni un solo lote quede desequilibrado. Esta idea debería exportarse al resto de la sociedad, de manera que todos tuviéramos las mismas oportunidades, al menos.
El individualismo tiene el constante ejemplo en la naturaleza, en la ley de la selva, la cultura feudal de un individuo que dispone de la vida de los demás. Nuestra cultura es un individuo que anda evolucionando y tendrá que sufrir muchos avatares hasta que llegue a la conclusión de que solo compartiendo hay futuro. En ese momento quizá alcancemos el "nirvana" con nosotros y con la naturaleza, descubriendo que o vamos todos juntos o nos quedamos por el camino. Hasta ahora solo las sociedades que viven en ambientes límite, como el desierto de Kalahari, son las únicas en las que todos los miembros comulgan y han visto la luz de la comunión como mejor adaptación. Nuestro medio no es tan duro, pero a la larga se complicará y entonces no quedará más remedio que nos movamos como un todo, como un solo individuo.


Siguiendo con la religión-filosofía-física que explica nuestro universo, mantengo un convencimiento que es mi religión:


no somos ni buenos, ni malos ni libres.


Además he encontrado la excusa  para no tener que cumplir sus preceptos, le echo la culpa al cerebro reptiliano que mantenemos, pero eso se ve mejor asociado a la política.
Quizá simplemente somos parte de un organismo superior y estamos evolucionando, siguiendo el camino natural, hasta que alcancemos a través de la prueba y error el estado de equilibrio.
En el fondo de esta afirmación converjo con las religiones: ama a tu prójimo como a ti mismo.
Porque tú te comportarías igual que él si hubieras viviendo en sus condiciones o cuando lo hagas en un universo paralelo o cuando te reencarnes en él y solo cuando le pierdas el apego al mundo, al individualismo y realmente alcances el amor al prójimo alcanzarás el nirvana, pero claro ya no eres un individuo, eres todos a la vez, por eso solo se puede alcanzar en conjunto, porque hay una parte de ti, un tú que está delante de ti al que atacas y que no entiendes, que eres tú mismo en otro universo paralelo, en otra reencarnación o lo que hubieras sido tú en sus circunstancias.
La mayoría al oír argumentos así se enfada, porque él como individuo, bien podría elegir no ir a trabajar, bien podría elegir robar al vecino, matar a alguien, no colaborar con una ONG y gastárselo en las tragaperras, apoyar una guerra o hacerse rico con medicamentos que cronifican enfermedades.
Cuando obramos de una manera u otra siempre evaluamos las consecuencias, pensamos qué es lo mejor, para nosotros, para la familia, para el resto, evidentemente y ahí está la gran perogrullada: siempre hacemos lo que creemos que es mejor y lo que creemos que es lo mejor depende de nuestra inteligencia, que viene dada, de nuestra historia que viene dada, de nuestra cultura que tb. viene dada, por tanto nuestra elección ya está escrita, tanto si decido salvar al mundo como aniquilarlo en un holocausto nuclear.
Incluso cuando decides que vas a matar a alguien, bien lo haces por venganza y piensas que tienes derecho para resarcirte de un daño anterior, o por odio y haces un bien a la humanidad o por cualquier otra razón. Lo que hagamos de acuerdo a una moral u otra puede estar mejor o peor, pero lo que está claro, es que siempre que hacemos algo es lo que pensamos que nos conviene, que nos va a resultar beneficioso; vamos... lo que creemos que es lo mejor. Si tiramos una moneda al aire incluso estamos pensando que entonces da igual y que cualquier decisión va a ser buena.
Cada uno vive de la mejor manera que puede, en el modelo que tiene en su cabeza y en el mundo que quiere construir.
Cuando pensamos que alguien actúa por maldad, no lo hace por fastidiar o si lo hace es porque piensa que ese es el camino de mejorar el mundo en el que él cree. Puede estar equivocado o no pero está construyendo su entorno, está haciendo las cosas bien, como se deben hacer desde su punto de vista.
De ahí la inutilidad de la violencia y la explicación de que genera más violencia, porque no cambia la mentalidad, solo genera afrentas y futuras venganzas.
Todo el pensamiento de Gandi lo resume en una sola frase: no se puede mantener sin violencia lo que se consiguió con ella.
Si queremos logros duraderos no pueden ser violentos...





Matrix 

¿Qué es un robot de última generación? un organismo biológico con un programa de ADN. Estos robots alcanzan un equilibrio entre sí y sirven para mantener un entorno, un ecosistema:
No queda claro a quién es útil ese ecosistema, pero si consideráramos que no somos un robot biológico más, dado que vamos a ser optimistas y asumimos que disponemos de una inteligencia que no se encuentra en el resto de animales, en ese caso ellos nos proporcionarían alimentos y mantendrían el entorno en que nosotros estamos creciendo.
Si en el saco entramos nosotros, entonces somos un robot más al servicio de algo que desconocemos.
Si tenemos condiciones de contorno (cultura, genética, familia) que fijan nuestro comportamiento, todo está definido, somos una tirada de dados de las condiciones iniciales que nos han tocado. Tanto si nos empeñamos en seguir, como en bajarnos del tren, estaba escrito. Está claro que no podemos dejarnos de preocupar porque eso tb. está en el guión.
¿Entonces como todo está determinado no hago nada?
Bueno el taoísmo y el budismo tienen bastante de eso, de no "hacerse mala sangre con nada", pero al final volvemos a lo de siempre: te toca vivir y buscas la mejor manera de hacerlo y con tus medios y tu inteligencia tienes que tomar decisiones y contribuyes al conjunto de la mejor manera posible.
Como parte de un organismo superior (Pángea? universo? Mátrix?) hacemos nuestra tarea, como el gorrión que forma parte de nuestro ecosistema, como el resto de los complementos necesarios: insectos, peces, plantas, tierra.... quizá ellos son nuestra base, quizá ellos forman nuestra pecera para que vivamos si es que seguimos creyéndonos el ombligo del mundo.
¿Vas a dejar sufrir a tu niña? pues no, pelearás, aunque vivamos en Matrix. No es ninguna tontería, toda la civilización lleva un evo viviendo sin saber porqué ni para qué, viene a ser lo mismo que sea matrix que otra cosa.
Quizá esta civilización se extinga y quizá en otro planeta prospere, al final el universo convergerá, evolucionará, como una piedra cuesta abajo, presa de las leyes de la física e indefectiblemente en una única dirección, un único resultado. Salvo que haya n universos paralelos con otras n condiciones de partida, pero cada uno de ellos como un sistema de aproximación iterativo, antes o después alcanzará el destino único, el estable, al óptimo.



Publicidad razón-política:

Bueno bajando de la cosmogonía vamos al día a día:
Estoy convencido de que somos profundamente irracionales. Leí en Pinillos por primera vez que haciendo un cálculo optimista llevamos (el humano "moderno") sobre la tierra del orden de 100.000 años, pero en algunos sitios hablan de 40.000! considerando una "historia" ampliada podría durar unos 10.000 años eso quiere decir que por un poquito más, éramos cromañones, vamos, que hace cuatro días que somos lo que somos.
Pinillos era el primero que yo leí que usaba el argumento, de que no había habido tiempo para grandes mutaciones, que para eso hacen falta millones de años y claro no ha habido ocasión, por lo que básicamente seguimos siendo cromañones, por necesidad. Milagros aparte....

Normalmente nos cuesta entender que el hombre de la edad media era un hombre desarrollado, cada generación piensa que está en la cresta de la ola y los antiguos eran poco menos que subnormales. Las religiones, sobre todo las recientes como la cristiana, piensan que el oscurantismo cayó y que los pecados cometidos fueron hace muchos años, que hemos llegado al destino y a la perfección, cuando lo natural es que seguirán dando tumbos como hasta ahora y las próximas generaciones ridiculizaran nuestras creencias por ingenuas o arcaicas. Lo normal es que seremos un punto más en la evolución y como hasta ahora iremos desplazando a lo divino todo lo inexplicable, de manera que se vaya arrinconando la religión a la zona oscura. A lo que iba es que ni los antiguos eran tan tontos, ni nosotros tan listos, que no ha mediado tiempo por muchas ilusiones que nos hagamos.
Si al final asumimos que genéticamente somos cromañones, otra cosa es nuestra genética cultural, no es difícil asumir que debíamos ser organismos adaptados a sobrevivir y que por tanto el cerebro reptiliano, ese que decide ataca o huir en el momento, sigue teniendo un gran peso. Es fácil asumir pues que nuestros instintos tienen un enorme peso.
Un ejemplo: Somos una raza intelectual y cada individuo tiene sus gustos y aficiones, a la hora de formar parejas y grupos deberíamos pensar más en estos gustos y sueños más que en el sexo, que es una dependencia puramente animal. Pero resulta que no, qué casualidad, que la mayoría sea por parejas y chico-chica!
Te dirán: claro es la fuerza de la familia. Cierto, pero también se podrían tener grupos de amigos que a fuerza de convivir juntos tendrían la misma afinidad y el mismo apoyo. Está claro que cuando buscas pareja no se mira solo el sexo, pero si no hay sexo no hay pareja, en líneas generales. Luego resulta que el sexo organiza medio mundo y no las relaciones intelectuales precisamente! No digo que esté mal, solo estoy recordando que seguimos gobernados de acuerdo a necesidades-instintos.
Aunque no hay nada más distinto de un hombre a una mujer, las hormonas los llevan de una oreja a vivir juntos. La naturaleza obliga a convivir a un polígamo obseso también por naturaleza con una monógama obsesionada con montar un nido, también por naturaleza. Algunos consiguen superar los tremendos conflictos de intereses y otros no, pero todos lo intentan. Sería mucho más fácil una pareja de mujeres o una pareja de hombres!
De momento a lo más a que hemos llegado es a disfrutar de nuestros impuestos naturales, estamos obligados pero nos encanta pagarlos, no es poco...
Bueno no todos los instintos como la comida o el sexo son placenteros, hay otros como el gregario, que yo creo que es el más fuerte de todos, a algunos individuos les hace sufrir bastante, sin embargo hace disfrutar a la mayoría y el que sufre es porque lo anhela, si no le daría igual y no sufriría.
Me he ido del tema con un ejemplo que da para mucho. Pues eso que tenemos una carga instintiva muy alta pero sobre todo que nuestras decisiones, creo yo, van por el camino de los sentimientos, intuiciones, gustos, llámalo como quieras, salvo razones.
En una universidad americana, como siempre, estudiaron a integristas de partidos. Les presentaron argumentos a favor y en contra de sus partidos y se dieron cuenta que se tiende a obviar, a quitar peso a los argumentos que no interesan y a dar un gran peso a los que sí. Pero éste es un mecanismo típico humano: un psicólogo en un curso nos puso una imagen extraña y nos preguntó qué era. Quería que viéramos como cada uno lanza una hipótesis y elimina la información que le llega en contra y potencia la que conviene a su hipótesis que se ha lanzado a priori y de la forma más peregrina, intuitiva, visceral o como se quiera decir.
Yo creo que en política y en la vida, la hipótesis la lanzamos de inmediato, basada en "gustos", por nuestro cerebro reptiliano y profundo, que maneja vete tu a saber que experiencias previas o sensaciones asociadas y luego cuando ya tenemos la decisión tomada pasamos a buscar argumentos y a ponerles peso.
De hecho en cualquier discusión hay argumentos a favor y en contra muy loables, solo depende del peso que le demos a cada uno.
Como vieron ya los griegos siempre se puede hacer un buen discurso de casi todo, por lo que importa el buen orador.
otro experimento que vi en la tele, de rebote potenció mi teoría: hipnotizaban a alguien y le pedían que abriese la ventana, después lo despertaban y le preguntaban ¿porqué la había abierto? La persona hipnotizada siempre encontraba un argumento: hace calor, falta aire, etc.

Pero el experimento que más corrobora mi teoría es la publicidad, la que verdaderamente hace moverse el mundo y nos dirige. A ella la dirige el dinero, pero en el último siglo todos nuestros dictadores se han dado cuenta que es la herramienta para manejarnos:
Los políticos lo tienen clarísimo: sin dinero no hay publi y sin publi no te conocen y si no te conocen no te votan.
Por lo que precisan dinero antes de ganar y por tanto ya están vendidos. Sería tan fácil como que expusieran su ideario político. Ahora con internet es fácil ¿no? Con eso podríamos leerlo todos y votar en consecuencia. De hecho ese es el sistema político que propongo, intentando limitar la publicidad en la medida en que fuera posible, para que las decisiones fueran más racionales y menos viscerales. Además al no necesitar dinero para publicidad ¡no haría falta que el partido se vendiera!
Lo que pasa es que hay muchas formas de hacer publicidad: reuniones, eventos, amiguetes....y eso es difícil de parar.
¿Porqué los políticos confían tanto en la publicidad? pues porque no hay que dar razones, solo hay que sugerir sensaciones, de ahí que junto a las elecciones se lance la campaña ¿que coincidencia con el nombre verdad? y se pongan en manos de sus maravillosos departamentos de márketing e imagen ¿Esto en una persona honesta, no debería ser irrelevante?
Además en la época de la hegemonía de la televisión ha sido la más tremenda zanahoria que ha movido el mundo; quizá con Internet, más o menos descontrolada, el bombardeo se frene.
Ningún argumento mueve las masas como un "anuncio publicitario", va directo a nuestro punto débil, al cerebro reptiliano. No sabemos porqué queremos algo, pero lo queremos y ya lo adornaremos con las razones que se nos ocurran más tarde. Los dictadores pueden ahorrarse el látigo, es mucho más efectiva la publicidad ¡Ahí nos tienen bien pillados!

Una alternativa sería la democracia directa, pero no creo que podamos votar todo constantemente. Algunos plantean que los funcionarios están preparados más que de sobra para hacer la parte de rutina del gobierno: por ej. planificar todas las partidas presupuestarias necesarias y que solo hubiera que votar, a través de internet, los cambios o lo más importante...
Lo que está claro es que ahora la democracia es un decorado publicitario y el dinero es el nuevo señor feudal, que no nos azota porque queda feo, pero que tampoco lo necesita para doblegarnos.

2 comentarios:

  1. Estás como una regadera

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  2. Siendo mala y superficial diría: ¡Cuanto te aburres! Pero todos pasamos un montón de tiempo pensando aunque cada uno en sus cosas.
    Se me han ido ocurriendo cosas mientras lo leía pero me lo he leído del tirón y no se que decir ahora.
    Yo soy más simple y más vaga. Mi cabeza cuando se trata de pensar en el universo o el sentido de la vida se rinde. Yo que no tengo hijos me preocupó poco el futuro, que no quiere decir que me de igual. Mi filosofía de vida es egoísta, vivir lo mejor posible. Y eso no significa tener cosas o reconocimiento. Aunque una vez en el instituto un profesor me crítico por ser poco ambiciosa, sigo pensando igual, vivir lo mejor posible con lo que uno tiene a su alcance.

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